Queridas Compañeras:
Se que estoy en deuda con ustedes, en cuanto a enviarles mis comentarios respecto al Congreso del pasado 28 de Abril en Roma, "Las mujeres en la Iglesia, perspectivas en diálogo".
Después de Roma, continuamos de viaje un par de semanas y a mi regreso tuve que ponerme al día en mis actividades.
Apenas tuve tiempo el fin de semana de sentarme a escribir una reseña que quería enviarles junto con mis comentarios. Andrea me está haciendo favor de revisarla antes de difundirla.
Así que por hoy van mis comentarios, ya no quiero dejar pasar más tiempo.
Vengo muy bien impresionada e incluso con esperanza renovada ya que este Congreso es un hecho sin precedentes.
Se llevó a cabo en una Universidad Pontificia. Estuvieron presentes varios embajadores ante la Santa Sede; el de Estados Unidos, Inglaterra, el de México, la embajadora de la Unión Europea y la de Chile; Mónica Jiménez de la Jara quien junto con la religiosa franciscana la Hna. Mary Melone (primera rectora de dicha Universidad), fueron las organizadoras. Además del Cardenal Ravasi quien dio un saludo al iniciar, entre el público noté la presencia de algunos sacerdotes. Hubo mucha presencia masculina, estudiantes de dicha Universidad, aunque la mayoría eramos mujeres religiosas, "novicias" estudiantes, laicas, laicos, profesoras, y profesores, teólogas y teólogas.En total estuvieron representados al rededor de 30 países.
La teóloga Cetinna Milittello pronunció la conferencia magistral "Las mujeres en la Iglesia: modelos del pasado, desafíos del presente". Abordó críticamente todos los temas: misoginia, (patriarcado, aunque no mencionó el término), inculturación, eurocentrismo, feminismo, poder eclesial, género, sacerdocio de las mujeres, exclusión, equidad, visibilización de las muejres, y su actuación en los puestos de toma de decisiones. Citó al dedillo documentos pontificios para sustentar sus argumentos.
Luego hubo un panel en donde 5 mujeres representantes de Africa, Latinoamérica, Estados Unidos, Unión Europea y Asia expusieron de manera general la situación actual y el papel que desempeñan las mujeres en sus respectivas iglesias y culturas.
Luego nos reunimos por grupos de acuerdo a nuestro idioma para reflexionar sobre lo expuesto en la mañana y sacar de ahí los tres puntos que consideráramos más importantes y proponer tres maneras de enfrentar los desafíos que tenemos en el presente. Estos puntos se pusieron en común en un plenario.
Y por último la embajadora de la Unión Europea y el de Inglaterra y USA, dirigieron unas palabras a la asamblea.
Retomo el por qué es un hecho sin precedentes. Las mujeres que hablaron y las que estuvieron presentes, se mueven en ambientes, instituciones, conservadoras, pontificias, etc. SIn embargo su postura y sus comentarios son atrevidos, abiertos y críticos.
En fin, (no quiero extenderme tanto), pero el feminismo, la teología feminista, se está moviendo, sigue colándose por las rendijas, está presente, sigue abriendo puertas, trazando distintos caminos y sigue siendo buena noticia y signo de esperanza y de un futuro prometedor.
Vamos por buen camino, aunque encontremos obstáculos.
Un abrazo sororal para cada una,
Marisa.